La violencia ejercida de hijos a padres ocupa cada vez mas espacio dentro de las dificultades que una familia puede experimentar a lo largo de sus fases evolutivas. Hijos
desorientados que agreden de diversas formas a sus padres y padres que se ven inmersos en una dinámica que les hunde, intentando solucionar las dificultades con
resultados ineficaces, hasta llegar a crear un hogar lleno de personas extrañas.
Nos avala la experiencia de trabajo con los menores y sus familias con esta nueva problemática. El objetivo será generar un nuevo clima en estos hogares posibilitando
oportunidades para volver a conocerse. Se trata de un trabajo relacional, sistémico e integrativo, donde los padres y los hijos ocupen sus lugares dentro de la estructura familiar y se
rompan las posibles alianzas que provocan dinámicas disfuncionales.